Parece ciencia ficción, pero no, es 100% real. Tras dos décadas de dedicación, el Large Synoptic Survey Telescope (LSST) ha alcanzado su culminación. En el observatorio chileno Vera C. Rubin, ubicado a 2.700 metros de altura, se erige ahora una proeza tecnológica: la cámara digital más grande concebida hasta la fecha para el estudio de las galaxias.
Con 3.200 megapíxeles, más de tres toneladas de peso y una envergadura de 1,65 metros, este proyecto único promete revolucionar nuestra comprensión del cosmos. Los ingenieros del Departamento de Energía del Laboratorio Nacional del Acelerador SLAC anuncian con orgullo la finalización de esta monumental cámara, que durante la próxima década capturará imágenes sin precedentes del firmamento, permitiendo explorar las complejidades del universo y analizar la evolución del cielo nocturno desde la perspectiva terrestre.
«Pronto comenzaremos a producir la mejor película de todos los tiempos y el mapa más informativo del cielo nocturno jamás creado», declara Željko Ivezić, director del Observatorio Rubin.
La lente principal, una maravilla de la óptica con 1,57 metros de diámetro y 10 centímetros de grosor, es el corazón de esta colosal cámara, acompañada por dos lentes adicionales de casi un metro. El equipo del Laboratorio Nacional Lawrence Livermore (LLNL) ha desempeñado un papel fundamental en el diseño y la fabricación de esta lente récord, utilizando tecnología de vanguardia y la experiencia de expertos en óptica durante décadas.
Con píxeles de apenas 10 micras de tamaño y una resolución sin precedentes, esta cámara es capaz de detectar objetos con una precisión asombrosa, equiparable a la de encontrar una pelota de golf a 25 kilómetros de distancia. Esta capacidad revolucionaria promete expandir nuestro conocimiento del universo, multiplicando por diez el número de objetos astronómicos conocidos, incluyendo posibles amenazas como asteroides cercanos a la Tierra.
A pesar de los desafíos surgidos durante su desarrollo, incluida la pandemia que retrasó su finalización, la cámara más grande del mundo está lista para su traslado al observatorio. Esta hazaña técnica abre nuevas fronteras en la exploración del espacio, marcando el inicio de una nueva era en la comprensión del cosmos.