La falta de lluvias y la escasez de aire provoca un aumento escandaloso de la contaminación en Madrid, que ya se prepara para un otoño caliente en la lucha contra el tráfico rodado. El Ayuntamiento de la capital planea reducir la circulación para el año que viene, o quizás antes, dada el alarmante aumento de la “boina marrón” que cubre el cielo madrileño.
Los planes concretos del Consistorio se dirigen a ampliar la prioridad residencial o tráfico libre solo para los vecinos de la zona, a todo el centro. Se propone mejorar el transporte público e incrementar el espacio para peatones y bicis.
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