El ex primer ministro británico está indignado con la gestión que su país hace del nefasto referéndum para salir de la UE, agravado con la estrategia de ‘Brexit duro’ del gobierno de Theresa May y, sobre todo, con la inexplicable ausencia de visión del partido laborista, que el propio Blair lideró durante años.
Apelando al interés nacional, Tony Blair ha lanzado una ‘misión’ para explicar debidamente las ventajas de mantener en la Europa unida y lo ha hecho poniendo de manifiesto su versión más sugestiva al afirmar “no sé si tendré éxito, pero lo que sí sé es que sufriremos el rencor de las futuras generaciones si al menos no lo intentamos”. Pero el que fuera inquilino del número 10 de la calle downing no se ha quedado en eso y ha instado a los ciudadanos británicos a “rebelarse contra el Brexit”, señalando que “nuestra misión es convencerles, ya que tienen el derecho de cambiar de opinión”.
Las críticas a Blair no se han hecho esperar. Por ejemplo, el ministro de Exteriores, Boris Johnson ha acusado a Blair de “insultar la inteligencia del electorado” cuando el ex primer ministro argumenta que el pueblo británico no votó bien.
La postura de Blair contrasta con la que ha tomado el actual jefe de filas laboristas, Jeremy Corbyn, que dio vía libre al Brexit con su última votación en el Parlamento. “La debilidad del Partido Laborista tiene un papel como facilitador del Brexit”, ha afirmado Blair, añadiendo que “odia decir eso, pero es cierto”.
Además, el ex líder laborista se refiere al riesgo que la salida de la UE puede tener dentro del país: “La posibilidad de una ruptura del Reino Unido, que se evitó por un margen estrecho en el referéndum de Escocia, vuelve a estar ahora sobre la mesa, y esta vez en un contexto mucho más creíble para el argumento de la independencia. En Irlanda, mientras, estamos viendo ya el efecto desestabilizador, más la preocupación por la vuelta a una frontera dura y la inquietud por el proceso de paz en el Ulster”.
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