Los frutos secos son alimentos nutritivos y energéticos que se caracterizan por su alto contenido en grasas saludables, proteínas, vitaminas y minerales.
En este caso vamos a centrarnos en las avellanas, cuyos beneficios para nuestra salud no son pocos. Aquí te los mostramos:
- Alto contenido en vitamina E: Actúan como antioxidante, protegiendo las células del daño causado por los radicales libres y ayudando a prevenir el envejecimiento prematuro.
- Grasas saludables: Las grasas presentes en las avellanas son principalmente insaturadas, lo que ayuda a reducir los niveles de colesterol LDL («malo») y a mantener la salud cardiovascular.
- Fuente de proteínas vegetales: Contribuyen a la construcción y reparación de tejidos musculares, así como al mantenimiento de un sistema inmunológico saludable.
- Rica en minerales: Contienen minerales como el magnesio, el calcio y el potasio, que son importantes para la salud ósea, muscular y nerviosa.
- Aminoácidos esenciales: Ayudan a mejorar la salud cardiovascular y protegen contra enfermedades cardíacas.
- Alto contenido en fibra: Favorece el tránsito intestinal y puede ayudar a prevenir el estreñimiento, así como a mantener niveles estables de azúcar en la sangre.
- Beneficios para la saciedad: Su contenido en grasas y fibra ayuda a mantener la sensación de saciedad, lo que puede ser útil en el control del peso y la alimentación equilibrada.
Como bien sabrás, las avellanas – igual que otros frutos secos – se pueden consumir tanto crudas como tostadas, pudiendo encontrar en cualquier comercio ambas formas. Pero si, como nosotros, eres de las personas que disfrutan cocinando o experimentando con los alimentos, en este artículo te mostramos como hacer tu propio tueste y poder comerte unas avellanas recién tostadas.
Cómo tostar avellanas en casa, de una forma fácil y utilizando el horno
Paso 1
Lo primero que haremos será pelar las avellanas, utilizando un cascanueces o golpeándolas con cuidado hasta romper la cáscara. Recuerda utilizar una tabla de cortar o similar para proteger tu mesa o encimera.
Paso 2
Una vez hayamos pelado todas las avellanas, dejando la fina piel que las recubre, las colocaremos en una bandeja para hornear y precalentaremos el horno a unos 180ºC. Es crucial que los frutos secos no se amontonen, sino que estén distribuidos uniformemente para que se tuesten de manera homogénea. Si deseas tostar una cantidad considerable de avellanas, es recomendable hacerlo por lotes en lugar de todas al mismo tiempo.
Paso 3
Cuando el horno haya alcanzado la temperatura deseada, introduce la bandeja con las avellanas y déjalas tostar durante unos 20 minutos aproximadamente. Luego, abre el horno y mueve ligeramente la bandeja para voltear las avellanas. Vuelve a colocarlas en el horno y déjalas tostar durante otros 5-10 minutos.
Paso 4
Ya casi lo tienes. Simplemente saca con cuidado las avellanas del horno y, si lo prefieres, puedes quitarle la piel marrón que las envuelve y ya puedes disfrutar de unas avellanas recién tostadas.