Guerra, hambre y cólera. Estos tres conceptos se clavan como puñales en el corazón del país más pobre de Oriente Medio, Yemen, y arrojan unas cifras desoladoras: cinco mil muertos civiles por la guerra, unos mil por el cólera y catorce mil personas en situación de riesgo alimentario. En este artículo realizamos un sucinto dibujo del panorama yemení, sin prestar especial atención a los niños, el sector de la población más vulnerable. Ahora, nos centraremos solo en ellos.
Según un informe de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA), más de once millones de niños (el 79 % de los menores) en Yemen necesitan ayuda humanitaria a causa de la agresión de Arabia Saudí, ya que no pueden acceder a alimentos ni a servicios sanitarios básicos. “Cada diez minutos”, dice el organismo, “al menos un niño muere por causas evitables, como malnutrición, diarrea o infecciones respiratorias”. El 26 % de los casos sospechosos de cólera son niños menores de cinco años, mientras que el 56 % son menores de dieciocho años.
Los problemas de la malnutrición son palpables. Uno de cada dos niños menores de cinco años está poco desarrollados, y casi dos millones presentan algún tipo de desnutrición.
Los datos recabados hasta septiembre de este año sostienen que han muerto unos 900 menores, una cifra que Unicef, en un informe titulado Falling through the cracks, asciende hasta los 1.500. además, precisa que los ataques a los colegios se han multiplicado por cuatro, de 50 a 212, y que los ataques a hospitales e instalaciones sanitarias han aumentado un tercio, de 63 a 95.
Según la OCHA, 12.200 escuelas permanecen cerradas –de un total de 15.800– debido a que los gobiernos del norte del país no pueden pagar el sueldo a sus profesores. El 56 % de los colegios están parcialmente dañados, mientras que el 10 % lo está totalmente. El coste de reconstruir estos espacios se estima en unos 1.500 millones de dólares.
En cuanto a los desplazados, el 55 % de los casi tres millones de personas que huyen hacia otro punto del país son niños (el 28 % son niños y el 27 % son niñas). Algo más de medio millón de menores desplazados no van a la escuela. Entre las razones, la falta de seguridad, el trabajo infantil y la falta de material escolar. Además, se ha registrado un incremento del trabajo y del matrimonio infantil. El 72 % de las niñas se casan antes de cumplir 18 años, un 22 % más que antes de que comenzara el conflicto.
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