El 15 de febrero, Juan Alfonso R. P., un auxiliar de enfermería de 52 años en el Hospital Fundación Instituto San José, tuvo su último turno de tarde. Durante ese turno, un paciente psiquiátrico le agredió repentinamente, propinándole una patada en los testículos. A pesar de trabajar en un hospital, Juan nunca fue examinado por un médico y lamentablemente falleció horas después del incidente.
El sindicato CCOO presentó una denuncia a la Inspección de Trabajo, señalando que no se siguieron los protocolos de agresión en el lugar de trabajo y que no se tomaron medidas preventivas adecuadas, a pesar de las solicitudes repetidas de los delegados de prevención.
Juan trabajaba en el pabellón San Nicolás del Hospital Fundación Instituto San José, un centro privado gestionado por la orden religiosa de San Juan de Dios, donde los profesionales sanitarios tratan con pacientes que sufren de graves problemas mentales.
Tras la agresión, Juan fue trasladado a la enfermería pero nunca fue atendido por un médico. Después de dejarlo en reposo durante una hora y media, le permitieron marcharse a casa con un parte de asistencia para la mutua, ya que legalmente, una agresión en el entorno laboral constituye un accidente laboral.
El sindicato había advertido previamente a la dirección del hospital sobre la necesidad de un protocolo de agresiones físicas, especialmente para los trabajadores que tratan con pacientes psiquiátricos, pero sus advertencias fueron ignoradas.
Además de la denuncia a la Inspección de Trabajo, la familia de Juan y el sindicato están considerando exigir responsabilidades civiles y penales a los responsables del centro, propiedad de la orden religiosa de San Juan de Dios. Están a la espera del dictamen del informe forense.