Aunque a veces sean los grandes olvidados, los neumáticos son una de las principales medidas de seguridad que tiene un vehículo, exigiendo un estado óptimo para evitar sorpresas desagradables como reventones o pinchazos. La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha llevado a cabo una evaluación exhaustiva, clasificando los neumáticos según la fiabilidad, con la participación de más de 52.000 conductores de cinco países europeos en una encuesta sobre la satisfacción y confiabilidad de sus vehículos.
La OCU basó su clasificación en la distancia promedio en kilómetros que los conductores encuestados recorrieron antes de cambiar sus neumáticos. La marca menos duradera resultó ser Mabor, con apenas 29.408 km antes de la sustitución. Barum se ubicó en segundo lugar, con 30.149 km, seguido de cerca por Kumbo, que alcanzó los 34.701 km. Nokian y Firestone cerraron la lista con medias de 35.141 km y 36.599 km, respectivamente, situándose en los últimos lugares de fiabilidad.
En el lado opuesto, en el podio de los neumáticos más confiables, Yokohama lideró la clasificación con una media de 44.634 km antes de mostrar signos de desgaste. Michelin ocupó el segundo puesto con 44.187 km, seguido de Vredestein en el tercer lugar con 42.973 km. Toyo y Continental completaron la lista con medias de 42.406 km y 41.943 km, respectivamente.
La elección de la ubicación de los neumáticos nuevos, ya sea en el eje delantero o trasero, depende del tipo de tracción del vehículo. En vehículos de tracción delantera, se recomienda cambiar primero los neumáticos delanteros, reemplazándolos con los menos desgastados del eje trasero y colocando las nuevas ruedas en la parte posterior. Esta práctica se justifica por el mayor riesgo de pinchazos en las ruedas traseras, la menor probabilidad de aquaplaning y la reducción del riesgo de sobreviraje. No obstante, en vehículos de tracción total, se aconseja cambiar las cuatro ruedas simultáneamente.