Takashi Oi, un empresario japonés, adquirió una isla deshabitada en las Islas Ogasawara por tan solo 100 dólares en una subasta en línea. La isla, con una extensión de aproximadamente 8.000 metros cuadrados, se encontraba cubierta de maleza y carecía de cualquier tipo de infraestructura.
La verdadera sorpresa llegó cuando Oi decidió explorar la isla más a fondo. Durante su investigación, descubrió las ruinas de una antigua casa y, al excavar en el suelo, se topó con un cofre oxidado. Al abrirlo, quedó atónito al encontrar una gran cantidad de monedas de oro y joyas, valoradas en millones de dólares.
La noticia del increíble hallazgo de Oi ha dado la vuelta al mundo, catapultando al empresario japonés a la fama instantánea. Oi ha manifestado su intención de utilizar el dinero del tesoro para revitalizar la isla y convertirla en un atractivo destino turístico.