Las aguas cristalinas alrededor de la isla Mnemba ofrecen una visión casi palpable del arrecife de coral que yace a unos diez metros bajo la superficie.
Este arrecife, en forma ovalada, se extiende a lo largo de siete kilómetros desde la pequeña isla. Su belleza es reconocida mundialmente, tanto que el gobierno de Zanzíbar, una parte semi-autónoma de Tanzania, lo ha designado como área de conservación marina.
Los corales y la vida marina que alberga no solo son un espectáculo visual, sino también una fuente de sustento para los habitantes de la isla a través de la pesca y el turismo, sin embargo, el cambio climático ha elevado las temperaturas del mar, lo que ha provocado el estrés y el blanqueamiento del coral al expulsar las algas simbióticas que le proporcionan nutrientes. Además, el arrecife ha sido afectado por prácticas pesqueras invasivas y por el turismo desregulado.
En respuesta a estas amenazas, la comunidad local, en colaboración con organizaciones como «&Beyond» y «African Foundation», ha llevado a cabo un proyecto de restauración del arrecife. Este proyecto ha implicado la construcción de estructuras de acero con forma de estrellas de mar y tortugas, que se han fijado al arrecife existente y se han plantado con coral cultivado en viveros submarinos.
Tres años después de iniciado el proyecto, los resultados son alentadores: se ha restaurado el 80% de la cobertura de coral. Además, se han implementado medidas para limitar las prácticas dañinas del turismo y la pesca, como la reducción del número de visitantes y la suspensión de la pesca en las zonas de restauración del arrecife.
El gobierno de Zanzíbar planea expandir este proyecto a otras áreas amenazadas, con el objetivo de preservar y restaurar los arrecifes de coral en toda la región. Este esfuerzo refleja la importancia de proteger los arrecifes de coral, no solo para la biodiversidad marina, sino también para la salud de los océanos en general.