El primer ministro de Eslovaquia, Robert Fico, se recupera tras una cirugía de emergencia luego de ser atacado a tiros el miércoles. El incidente ocurrió después de una reunión de gobierno en Handlova, al noreste de Bratislava, donde recibió varios disparos. Aunque su estado es crítico, los funcionarios aseguran que está fuera de peligro.
El ministro de Defensa, Robert Kalinak, describió la situación como «realmente complicada» antes de la cirugía. Informes locales indican que Fico resultó herido en el estómago, el brazo y la pierna, recibiendo cinco disparos según el ministro del Interior. El presunto atacante, un hombre de 71 años, fue detenido.
El ataque se considera un «intento de asesinato», provocando conmoción en el país. La presidenta saliente, Zuzana Caputova, lo calificó como un «ataque a la democracia» y expresó sus deseos de pronta recuperación para Fico. El presidente electo, Peter Pellegrini, condenó el odio político, instando a una expresión democrática y legal de desacuerdos.
El ministro del Interior relacionó el ataque con discursos de odio en redes sociales y medios, llamando a combatirlos. Estos eventos ocurren en un contexto de agitación política, con debates sobre la abolición de la radiotelevisión pública y reformas en la justicia, que han generado protestas masivas temiendo por la libertad de prensa.