La 61 edición del Festival Internacional de Cine de Valladolid (Seminci), que se desarrollará entre los próximos días 22 y 29 de octubre en la capital vallisoletana, viene marcada por el polémico proceso de selección del director artístico del certamen, en el que resultó elegido Javier Angulo, quien llevaba dirigiendo el festival desde el año 2008. Un proceso de selección que se demoró en exceso y que ha sido objeto de controversia por el nivel de inglés exigido para dirigir el certamen, además de haber condicionado hasta cierto punto la programación y el diseño de la presente edición. A pesar de que Seminci figura en el puesto 26 de los eventos culturales celebrados en España, según la lista anual elaborada por el Observatorio de la Cultura en España, no son pocas las voces que denuncian su pérdida de protagonismo, cuya consideración como segundo festival de cine en España, por detrás del festival de San Sebastián, parece cada vez más disputada por festivales claramente al alza, como Sitges, Sevilla y Gijón.
La 61 edición se ha marcado el reto, según ha manifestado Javier Angulo, de “seguir atrayendo nuevos públicos que garanticen la viabilidad comercial del llamado cine de autor”, en un contexto “todavía amenazado por los nubarrones de la crisis económica”. Durante la 61 edición se proyectarán más de 300 películas en las que estará presente, en palabras de Javier Angulo, “el drama, la comedia inteligente y, sobre todo, el melodrama con la familia como centro de diversos conflictos”.
La Sección Oficial, como viene siendo habitual en los últimos años, apuesta tanto por mostrar los últimos trabajos de cineastas consagrados (Deepa Mehta, Goran Paskaljević, Yoji Yamada, Paolo Virzì) como por proyectar los trabajos de talentos emergentes (Asghar Farhadi, Manolo Cruz, Kleber Mendonça, Alberto Morais). Debido a la terrible competencia de festivales consagrados (Berlín, Sundance, Venecia, Locarno), muchas de las películas que se exhiben en la Sección Oficial no son estrenos propiamente dichos, ya que ha pasado por alguno de los mencionados. No obstante, se trata de la primera oportunidad que tienen los espectadores de visionarlas en la gran pantalla en España y, en algunos casos, posiblemente la última, dadas las dificultades que tienen las películas de autor, especialmente las de los directores menos mediáticos, para exhibirse en salas comerciales.
Entre las propuestas que se presentan en la sección oficial resultan especialmente interesantes películas como la colombiana La ciénaga-Entre el mar y la tierra, codirigida por Manolo Cruz y Carlos del Castillo, que se convirtió en el gran descubrimiento del año en la pasada edición de Sundance. La ciénaga-Entre el mar y la tierra nos acerca al drama personal de Alberto, un joven postrado en cama por una enfermedad neurodegenerativa que le impide alcanzar su sueño de conocer el mar. King of Belgians es otra película de dirección conjunta (Peter Brosens y Jessica Woodworth) que plantea un acercamiento satírico al conflicto entre valones y flamencos. Un rey ficticio de dicho país se halla atrapado en Turquía, donde se encuentra de visita oficial, mientras su país se dirige hacia la anarquía.
En relación a los veteranos, destaca la nueva película de la directora india, afincada en Toronto, Deepa Mehta: Anatomy of violence, ya estrenada en la pasada edición de Toronto. Si el año pasado Mehta presentaba en Seminci un thriller con claros resabios hollywoodienses, Beeba Boys, este año, con Anatomy of Violence, presenta una película vanguardista en su puesta en escena, dominada por la improvisación actoral, en la que se pretende explorar, en clave psicoanalítica, los traumas y las motivaciones de los autores de la violación múltiple que Jyoti Singh sufrió en 2012 en la ciudad india de Delhi. La película fue recibida con bastante frialdad en Toronto, aunque presuponemos que tendrá mejor acogida en Valladolid, donde las obras más arriesgadas suelen ser mejor recibidas.
Goran Paskaljević es, junto a Ingmar Bergman, el único director que ha logrado ganar tres Espigas de Oro. Para esta 61 edición presenta un melodrama, Dev Bhoomi (Tierra de Dioses), que pretende explorar el mundo de las castas en la India, donde los matrimonios en las comunidades rurales siguen siendo concertados de antemano sobre la base de consideraciones sociales y económicas. La película se plantea como una fábula que tiene al misticismo, la naturaleza y la música popular como algunos de sus elementos más interesantes.
Mucho más interesante se presenta, a priori, la nueva hornada de películas que se proyectarán en la sección Punto de Encuentro, reservada para primeras y segundas películas de talentos emergentes. Para esta 61 edición, Seminci apuesta por cinematografías emergentes como las de Argelia, Palestina, Túnez y Marruecos. Entre las propuestas de Punto de Encuentro cabe destacar la presencia de la ganadora de Tribeca, Junction 48. La película narra una potente historia de amor, marcada por el conflicto palestino-israelí y ambientada en el mundo del hiphop. Chile, país invitado este año en el festival, presenta una interesante película en Punto de Encuentro. Se trata de Fragmentos de Lucía, una road movie sobre encuentros materno filiales que viene precedida de muy buenas críticas en su país de origen.
Tiempo de Historia es la sección dedicada al maltratado género documental en España. Tradicionalmente es una sección donde tienen cabida ciertas dosis de denuncia social y política. Shadow World es un documental que se estrenó en la pasada edición del festival de Tribeca y que se centra en la denuncia del mercado mundial de las armas. El documental se basa en un libro del escritor uruguayo Eduardo Galeano y supone un déjà vu de las tesis clásicas de la New Left, que relacionan capitalismo y conflictos armados. Gringo rojo nos acerca a la figura del cantante Dean Reed, un activista favorable a la causa del defenestrado presidente Salvador Allende. La guerra civil, cuya 80 efeméride se celebra este año, estará presente con dos documentales, En dos trincheras, La Guerra Civil en color y El gobierno vasco en el exilio. Ambos incorporan bastante material de archivo sobre el conflicto fratricida que no había sido divulgado hasta el momento.
Contra la impunidad, de Iñaki Arteta, trata sobre la fractura que en la sociedad civil vasca ha provocado el llamado proceso de paz. El documental explora las implicaciones morales del terrorismo de ETA. El abandono de la lucha armada por parte de la banda terrorista ha planteado un conflicto entre quienes dan más prevalencia a la solución política y entre los que demandan un mayor reconocimiento hacia las víctimas. La historia del cine español está presente con el documental que Enrique Iznaola dedica a uno de los grandes exponentes de la nueva ola del cine español de los 60, como fue el recientemente desaparecido Miguel Picazo, autor de películas emblemáticas del cine patrio como La tía Tula (1964), Extramuros (1985) y Oscuros sueños de agosto (1979).
Retrospectivas: Kiarostami y Linklater
Están previstas dos grandes retrospectivas para la 61 edición. Por un lado, como homenaje póstumo al cineasta Abbas Kiarostami, se proyecta un ciclo llamado Querido Abbas. Imprescindible Kiarostami, que recorre algunos de los títulos míticos del director como son A través de los Olivos (1994) o El sabor de las Cerezas (1997). Lo más destacado de esta retrospectiva quizás sea la proyección de su último documental, Take me home (2016), que fue presentado al gran público en la pasada edición del festival de Venecia. Seminci, el festival que lo dio a conocer al gran público, lo homenajea de la mejor manera posible, con un documental que exhibe esa querencia del director iraní por la poesía en imágenes a través de largos planos sostenidos.
Richard Linklater; El tiempo en sus manos es el nombre de la extensísima retrospectiva que Seminci dedica a uno de los cineastas independientes de mayor éxito en Estados Unidos. Linklater aprendió el oficio por sí mismo. En sus Texas natal se empapó de mucho cine de filmoteca (Godard, Bergman, Wenders), lo que le llevó a experimentar con la cámara y eso dio lugar a cortos domésticos como un interesante acercamiento al festival de música de Austin en Woodshock (1985). No obstante, empezó a ser conocido en la escena indie gracias a su primer largometraje, Slacker (1991), una visión alternativa de la cotidianeidad underground de la ciudad de Austin. El éxito masivo le llegó gracias a la famosa trilogía romántica coprotagonizada por July Delpy y Ethan Hawke (Antes del amanecer, Antes del atardecer, Antes del anochecer) y más recientemente por la comedia Bernie (2011) o la película Boyhood (2014), rodada en un periodo de 12 años.
A pesar de la diversidad de temáticas y géneros de sus películas, el devenir del tiempo es el elemento que dota de coherencia a su obra, que se proyecta casi en su total integridad durante la 61 edición. Sólo faltan dos cosas para que el ciclo hubiera sido redondo. Una, la presencia del propio realizador, quien ha excusado su asistencia por encontrase en pleno rodaje de su próxima película. La otra hubiera sido la exhibición de algunos de esos primeros cortos de aprendizaje que realizó Linklater, algo que queda suplido parcialmente con la proyección del documental su vida y obra Richard Linklater-Dream is destiny, que se estrenó en la pasada edición de Sundance.
Junto a las Espigas de Honor ya anunciadas al realizador vallisoletano Francisco Regueiro y al actor indio Kabir Bedi, recordado por su setentero papel de Sandokán, se unen otras dos más para la actriz Geraldine Chaplin (Cría Cuervos, Peppermint Frappé) y el montador y restaurador cinematográfico José María Prado, antiguo director de la Filmoteca Española. El festival ha logrado así colmar su deseo de poder homenajear a una de las actrices más importantes de la historia del cine español y también rendir un homenaje, en la persona de Chema Prado, a todas las filmotecas de España, que realizan una labor imprescindible para la conservación y la difusión del patrimonio cinematográfico nacional.
El país invitado de esta 61 edición es Chile, cuya cinematografía comprendida entre los años 2000 y 2015 es objeto de una retrospectiva, de la que se proyectarán películas de directores como Matías Bize, ganador de la Espiga de Oro en la 50 edición, Silvio Caiozzi o Andrés Wood. Con ocasión de la celebración del IV centenario del fallecimiento de los genios literarios Miguel de Cervantes y William Shakespeare se programa un ciclo de películas y documentales sobre ambas figuras. Es interesante destacar la proyección de All The World’s a Screen; Shakespeare on film, un documental realizado por el prestigioso historiador del cine David Thompson que recorre las diversas adaptaciones al cine de clásicos de Shakespeare. Para recordar la figura de Miguel de Cervantes se han programado varios títulos relacionados con la obra más famosa del escritor. Destaca en especial la proyección del documental Lost in La Mancha, sobre la fallida adaptación de Terry Gilliam del clásico cervantino.
Por último, en la línea de ediciones anteriores del festival donde se proyectaron clásicos del cine mudo como El acorazado Potemkin, El asesinato del Duque de Guisa o Metrópolis, se proyectará, con la colaboración de la Orquesta Sinfónica de Castilla y León, el clásico del cine expresionista alemán Nosferatu (1922). Filmada en localizaciones de Europa Central, a principios de los años 20, constituye una película icónica del género de terror que destaca por sus contrastes lumínicos y las angulaciones de cámara.
Comentarios