Una vez más Cataluña se cruza con la solución política que se busca en Madrid y, en este caso, acabará impidiendo la formación de un nuevo gobierno que podría evitar la repetición de elecciones. En este caso, el candidato a la segunda sesión de Investidura estaría buscando el apoyo de las formaciones catalanas que se apuestan por el independentismo.
Pero el encuentro secreto, ahora conocido, entre Pedro Sánchez y Oriol Junqueras levanta todo tipo de sospechas y recelos entre los barones socialistas.
Al parecer, el líder del PSOE sólo quiso sondear el apoyo de ERC y ante la petición de un referéndum la reunión concluyó. El PSOE necesita un encaje para el referéndum en Cataluña para contentar a la rama catalana de Podemos y así sacar adelante lo que se ha denominado gobierno del cambio a la valenciana. Pero, de acuerdo con la doctrina del Tribunal Constitucional, un referéndum secesionista no es posible sin una previa reforma agravada de la Constitución.
Es decir, no hay salida ni solución mágica y, aunque el acuerdo entre el PSOE y Podemos podría avanzar en otras materias, el problema insalvable residente en la discrepancia sobre el referéndum catalán. Pero, al mismo tiempo, expertos en derecho constitucional se esmeran en dar con la solución jurídica para arbitrar una alternativa que contente a los defensores de la consulta, algo que los puristas consideran una argucia que no cabe en la Constitución del 78. Transitar por esa vía requiere una reforma de difícil acceso, dadas las mayorías en el Senado.
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