El déficit público se reduciría desde el 5% del PIB del año pasado hasta el 3,6% que el ejecutivo contempla para el presente ejercicio. Una nueva previsión que se produce a pesar del recorte del gasto de 2.000 millones de euros anunciado tras el último Consejo de ministros.
Con estas previsones, el año próximo se bajaría hasta el 2,9% del PIB, una cifra aún mayor de la que inicialmente se había previsto para este año. De esta manera, se retrasa un año el cumplimiento con el Pacto de Estabilidad y Crecimiento de la zona euro que establecía, para garantizar la consolidación fiscal, un déficit por debajo del 3% del PIB.
El ministro de Economía en funciones, Luis de Guindos, ha explicado que las previsiones de crecimiento “son realistas y se basan en hipótesis conservadoras”. Esta ralentización económica se debe, según De Guindos, a la moderación de algunos componentes de la demanda y al deterioro de los mercados exteriores.
Entre tanto, el Ejecutivo comunitario carga duramente contra el Gobierno español por su gestión de las cuentas públicas de los últimos ejercicios, lo que obliga a la Comisión a preparar una prórroga del déficit público de al menos un año y que podría extenderse a dos.
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