Un vigilante de seguridad privada en Logroño sufrió un brutal ataque el pasado viernes 9 de febrero mientras intentaba frustrar un robo en una tienda de ropa. El ladrón, al verse descubierto, mordió al vigilante con tal ferocidad que le arrancó parte de la oreja.
El vigilante detectó al hombre, de mediana edad, intentando sustraer varias prendas de la tienda. Al intentar pagar con una tarjeta no válida, el vigilante se percató de que también llevaba ropa de otros establecimientos, por lo que decidió avisar a la policía.
En ese momento, el ladrón se resistió y se produjo un forcejeo que terminío con el ladrón mordiendo al vigilante en la oreja, arrancándole parte de ella. A pesardel ataque, el vigilante logró reducir al ladrón y entregarlo a la policía.
Sorprendentemente, el ladrón no fue detenido y dos horas más tarde protagonizó un episodio similar en el supermercado del mismo centro comercial.
Este suceso pone de manifiesto la vulnerabilidad a la que se enfrentan los vigilantes de seguridad en su trabajo diario. UGT denuncia la falta de protección jurídica que sufren estos profesionales, que a menudo son víctimas de agresiones sin que se les reconozca la condición de agentes de la autoridad.
CCOO también se ha hecho eco del suceso y ha exigido medidas para mejorar la protección de los vigilantes de seguridad.