Los relojes atómicos representan un avance tecnológico destacado, presentes durante más de siete décadas y reconocidos como los instrumentos de medición del tiempo más precisos y estables disponibles. En constante evolución, los físicos continúan desarrollando nuevas estrategias para mejorar su precisión y estabilidad, aprovechando las propiedades fisicoquímicas de elementos como el cesio, el rubidio o el mercurio.
Estos dispositivos desempeñan un papel crucial en aplicaciones que requieren la generación de un patrón de frecuencia extremadamente estable y preciso. Por ejemplo, se emplean como referencia en la Oficina Internacional de Pesas y Medidas, en estaciones de radiodifusión, experimentos de interferometría y sistemas de geoposicionamiento global, entre otros.
Un reciente avance significativo es el desarrollo de un reloj atómico ultrapreciso por parte de un equipo de físicos e ingenieros de Vector Atomic, una empresa especializada en instrumentos de navegación y comunicaciones. Este reloj atómico utiliza una tecnología innovadora que permite ofrecer una señal de reloj extremadamente precisa sin comprometer su robustez, requisito fundamental para su uso en navegación marítima.
En un estudio publicado en Nature, los investigadores detallan que su dispositivo ha sido sometido a pruebas a bordo de un barco en el Océano Pacífico. En el contexto marítimo, la precisión de los relojes atómicos es crucial, ya que incluso pequeñas imprecisiones pueden provocar errores significativos en la determinación de la posición de la nave, especialmente en aplicaciones militares.
Durante el diseño del reloj atómico, los ingenieros de Vector Atomic se propusieron igualar la precisión y fiabilidad de los dispositivos de laboratorio. Para lograrlo, desarrollaron un oscilador de moléculas de yodo que, a pesar de tener un tamaño y peso adecuados para su uso en navegación marítima, ofrece una precisión aproximadamente mil veces mayor que los relojes atómicos convencionales utilizados en este ámbito.
Durante una prueba de 20 días en el Océano Pacífico, el error identificado fue de 300 picosegundos por día, una medida altamente fiable que sitúa este dispositivo en el mismo nivel de precisión que los relojes atómicos de laboratorio. Este avance promete transformar las reglas de la navegación marítima al proporcionar una herramienta de referencia extremadamente precisa y confiable para la determinación de la posición en el mar.