Las persianas son uno de esos elementos del hogar que pasan desapercibidos hasta que dejan de funcionar correctamente y en una ciudad como Alicante, donde el sol y el clima mediterráneo juegan un papel tan importante en la vida cotidiana, mantener las persianas en buen estado con empresas especializadas como Sanchez persianeros Alicante no es solo una cuestión estética, sino también de confort y eficiencia energética. Saber cuándo ha llegado el momento de cambiarlas puede marcar una diferencia significativa en la calidad de vida dentro de la vivienda.
La influencia del clima alicantino en las persianas
Alicante se caracteriza por un clima cálido, con más de 300 días de sol al año y temperaturas que en verano pueden superar los 30 °C, este nivel de exposición solar y el ambiente salino de las zonas cercanas al mar afectan directamente a los materiales de las persianas, especialmente a las de PVC o aluminio, que con el paso del tiempo pueden sufrir decoloración, deformaciones o incluso roturas. Las ráfagas de viento que se registran en determinadas épocas del año, sobre todo en zonas abiertas o cercanas a la costa, también contribuyen al desgaste de los mecanismos y de las lamas.
No se trata solo de un deterioro visual, sino también de un impacto funcional, con una persiana que no cierra bien puede permitir la entrada de calor en verano o de aire frío en invierno, aumentando el consumo energético del hogar.
Señales que indican que ha llegado el momento del cambio
Determinar cuándo cambiar las persianas no siempre es evidente, pero existen ciertos signos que suelen indicar que ha llegado el momento de considerar una sustitución. El más claro es la dificultad para subir o bajar las lamas, algo que puede deberse tanto al desgaste de las cintas o del motor (si se trata de un modelo motorizado) como a un problema estructural en el tambor o en las guías. Otro indicio frecuente es la aparición de grietas o deformaciones en las lamas, que no solo afectan a la estética, sino que pueden poner en riesgo la seguridad del sistema.
En las zonas costeras de Alicante, la corrosión por el ambiente marino puede acelerar estos procesos y las persianas metálicas, por ejemplo, pueden desarrollar óxido con facilidad si no cuentan con tratamientos adecuados. El sol constante puede provocar la pérdida de color o la fragilidad del material, sobre todo en los modelos más antiguos, si al limpiar las persianas se nota que las lamas están quebradizas o si se escuchan ruidos extraños al accionarlas, probablemente ha llegado el momento de sustituirlas.
Factores estacionales y momentos recomendados para la sustitución
Aunque técnicamente las persianas pueden cambiarse en cualquier momento del año, hay periodos más convenientes que otros. La primavera y el otoño suelen ser las estaciones más adecuadas para realizar este tipo de trabajos. Durante esos meses, el clima es más templado, lo que facilita las labores de instalación sin las incomodidades del calor extremo o de la humedad invernal, si se planea una reforma más amplia en casa, coordinar cambiar cinta de persiana con otras mejoras puede resultar más eficiente tanto en tiempo como en costes.
Otro aspecto a considerar es la disponibilidad de los profesionales, en verano muchas empresas especializadas en instalación de persianas trabajan a pleno rendimiento, debido a la alta demanda generada por el incremento de las temperaturas. Adelantarse a esos meses puede suponer una ventaja, tanto para evitar esperas como para encontrar mejores precios.

