Un incidente ocurrido este martes en la calle Marruecos, en Tremañes, Gijón, ha terminado con un muerto. Un perro clasificado como potencialmente peligroso atacó y causó la muerte de ‘Bobi’, un pomerania de nueve años y poco más de dos kilos de peso, mientras paseaba con el abuelo de su propietaria. Según el testimonio de los dueños de ‘Bobi’, el perro agresor no llevaba bozal en el momento de los hechos.
Laura Toledano, familiar del propietario de ‘Bobi’, narró lo ocurrido: «El otro perro fue hacia mi abuelo y ‘Bobi’ sin que el dueño tirase de la correa… lo enganchó y lo mató en el acto». Toledano añadió que otros vecinos han señalado incidentes previos relacionados con el mismo perro, lo que ha despertado inquietud sobre las medidas de control que se están aplicando.
Agentes de la Policía Local acudieron al lugar para tomar declaración a los dueños de ambos animales y a los testigos. El cuerpo de ‘Bobi’ permaneció en el lugar mientras se realizaban las primeras diligencias. Los propietarios del pomerania manifestaron su malestar por lo sucedido y pidieron que se evalúe la idoneidad del propietario del perro agresor para mantener su custodia.
Este no es el primer incidente de este tipo en Gijón. Hace unos meses, en la misma localidad de Tremañes, dos perros potencialmente peligrosos se escaparon de una finca y atacaron a Carmen Corujo, una corredora que entrenaba en la Senda Verde. La deportista sufrió heridas graves y estuvo en riesgo de perder la vida.
En agosto, otro episodio en la calle San Bernardo involucró a un pitbull sin bozal que mordió a un terrier y a su dueño, quien intentó separar a los animales y sufrió lesiones en la mano.
Estos sucesos han llevado a algunos vecinos a expresar su preocupación por el cumplimiento de las normativas sobre perros potencialmente peligrosos en espacios públicos. Las autoridades locales investigan el incidente reciente y evalúan posibles medidas adicionales para reforzar la seguridad en la zona.