La organización Ecologistas en Acción ha reclamado a la Junta de Extremadura una revisión urgente del Plan de Mejora de la Calidad del Aire, aprobado en 2018, debido al incremento alarmante de la contaminación por ozono troposférico en la región.
Según un informe elaborado por la confederación ecologista a partir de los datos de casi 500 estaciones de medición entre enero y septiembre de 2025, este año ha registrado los niveles más altos de ozono de la última década, con Madrid, Cataluña y Extremadura entre las comunidades más afectadas. En el caso extremeño, toda la población se ha visto expuesta a niveles superiores a los límites legales.
El estudio también señala superaciones en Andalucía, Castilla-La Mancha, Baleares y Murcia, sumando un total de 26 zonas en España que han incumplido la normativa europea entre 2023 y 2025.
Las olas de calor, el detonante principal
El coordinador del informe, Miguel Ángel Ceballos, ha explicado que el aumento del ozono está directamente relacionado con las olas de calor extremas que han afectado a España este verano, especialmente la registrada en agosto, catalogada por la AEMET como la más cálida desde que existen registros. Estas condiciones favorecen la formación del gas al combinarse la radiación solar con contaminantes procedentes del tráfico, la industria, la ganadería intensiva y los vertederos.
Ceballos también ha alertado sobre las graves consecuencias sanitarias del ozono, al que se atribuyen unas 10.000 muertes prematuras anuales en España. Solo este verano, el Instituto de Salud Carlos III estima unas 4.000 muertes vinculadas al calor extremo y al ozono. “Es una situación que requiere atención urgente por parte del Gobierno y de las comunidades autónomas”, ha insistido.
Falta de planes y medidas
Ecologistas en Acción ha denunciado que España sigue sin un Plan Nacional del Ozono, y que siete comunidades autónomas aún no han desarrollado sus planes regionales pese a que los límites legales están en vigor desde hace más de 15 años.
La organización reclama medidas inmediatas como reducir el tráfico urbano, implantar zonas de bajas emisiones, cerrar centrales térmicas de gas y petróleo y limitar las emisiones del transporte marítimo, especialmente en el litoral mediterráneo.
Ceballos concluye que Extremadura debe actualizar su plan autonómico para frenar los efectos del ozono, “un contaminante silencioso que afecta a la salud, al medio ambiente y a la calidad de vida de la ciudadanía”.

