Más de un siglo después del hundimiento del Titanic, su historia dará un giro inesperado: en junio de 2027 zarpará una réplica moderna del legendario transatlántico, llamada Titanic II, con el objetivo de completar el viaje que el barco original nunca pudo terminar, desde Southampton hasta Nueva York.
El proyecto es impulsado por el empresario australiano Clive Palmer, a través de su compañía Blue Star Line, que lleva más de una década intentando materializar esta ambiciosa idea. La réplica busca respetar el diseño y la elegancia del Titanic original, pero incorporando las últimas tecnologías de seguridad y navegación del siglo XXI. La intención de sus responsables no es recrear la tragedia, sino rendir homenaje al espíritu innovador y al legado histórico del barco que se convirtió en leyenda.
Para asegurar la fidelidad estética y funcional, la construcción cuenta con la colaboración de la empresa finlandesa Deltamarin, especializada en ingeniería naval. El Titanic II tendrá 269 metros de eslora, nueve cubiertas, 835 camarotes y capacidad para 2.435 pasajeros y 900 tripulantes. Su interior combinará la elegancia eduardiana con instalaciones modernas como salones de baile, piscina, gimnasio, casino y comedores de lujo, todos equipados con aire acondicionado, sistemas de navegación automatizados y tecnología de seguridad avanzada.
El buque mantendrá elementos icónicos como la escalera imperial y la división por clases, pero contará con mejoras significativas: propulsión diésel-eléctrica, mayor ancho para estabilidad y una cubierta adicional dedicada a la seguridad, con botes salvavidas suficientes y rutas de evacuación modernas.
Aunque los billetes aún no están disponibles, Blue Star Line asegura que anunciará fechas y tarifas en su página web próximamente. La travesía inaugural seguirá exactamente la misma ruta que el Titanic original: Southampton, Cherburgo y Nueva York, ofreciendo a los pasajeros la experiencia de revivir un capítulo histórico de la navegación 115 años después del naufragio.

