Ser auxiliar de vuelo, también conocido como tripulante de cabina de pasajeros (TCP), es una de las profesiones más conocidas dentro del sector aeronáutico. Su imagen está asociada al glamour de los viajes internacionales, pero detrás de ese aspecto visible hay una preparación rigurosa, una gran responsabilidad y una formación muy específica que va mucho más allá de servir comidas o atender al pasaje. Tal y como nos cuentan desde bravo19.es la labor de un auxiliar de vuelo combina la atención al cliente con la seguridad aérea, dos ámbitos que requieren conocimientos técnicos, habilidades interpersonales y una fuerte vocación de servicio.
Quienes eligen este camino suelen hacerlo atraídos por la posibilidad de viajar, conocer otras culturas. No todos son conscientes de los estudios necesarios para acceder a un puesto en una aerolínea ni de la diversidad de salidas laborales que ofrece esta profesión, tanto dentro como fuera del entorno aéreo.
Formación necesaria para el certificado de TCP
Para trabajar legalmente como auxiliar de vuelo en España y en la Unión Europea es obligatorio obtener el Certificado de Tripulante de Cabina de Pasajeros, un título oficial emitido por la Agencia Estatal de Seguridad Aérea (AESA), dependiente del Ministerio de Transportes. Este certificado se obtiene a través de centros de formación autorizados que cumplen con los requisitos de la normativa europea EASA Part-CC.
El curso suele tener una duración aproximada de entre dos y cuatro meses, combina teoría y práctica. En la parte teórica se estudian materias relacionadas con la seguridad aérea, la atención al pasajero, la aviación civil y los protocolos de emergencia. Se abordan temas como meteorología, primeros auxilios, normativa sobre mercancías peligrosas, supervivencia en el mar y la montaña, comunicación a bordo, relaciones humanas y gestión del estrés. Los alumnos deben superar pruebas físicas y prácticas que incluyen evacuaciones, simulacros de fuego y ejercicios en piscina para entrenar maniobras de salvamento.
Al finalizar el curso el alumno debe aprobar un examen teórico-práctico supervisado por AESA, una vez obtenido el certificado, todavía es necesario superar la formación específica de la aerolínea contratante, ya que cada compañía cuenta con sus propios procedimientos operativos y modelos de avión. Esta segunda fase incluye entrenamientos en simuladores y evaluaciones periódicas que garantizan que los auxiliares de vuelo mantengan actualizados sus conocimientos.
Requisitos
El perfil ideal combina empatía, paciencia, capacidad de reacción ante imprevistos y dominio de idiomas, el inglés es imprescindible, pero conocer otras lenguas, como francés, alemán o árabe, puede abrir muchas puertas, sobre todo en compañías internacionales o de largo recorrido.
En cuanto a los requisitos generales, la mayoría de aerolíneas exige tener más de 18 años, buena presencia, visión correcta (con o sin gafas o lentillas), una estatura mínima que permita alcanzar los compartimentos superiores de los aviones y, por supuesto, superar un reconocimiento médico aeronáutico de clase CC. Este examen garantiza que el aspirante no padece afecciones que puedan comprometer su seguridad o la del pasaje durante el vuelo.
Dónde estudiar para ser auxiliar de vuelo
España cuenta con numerosos centros homologados por AESA repartidos por todo el territorio, en grandes ciudades como Madrid, Barcelona, Valencia, Málaga o Sevilla, existen academias especializadas que ofrecen cursos intensivos, algunos incluso con convenios con aerolíneas que facilitan la inserción laboral. También hay opciones de formación en online para la parte teórica, aunque las prácticas siempre deben realizarse de manera presencial.
A la hora de elegir un centro, es importante comprobar que figure en el listado oficial de AESA y que el curso incluya la formación práctica reglamentaria. Los precios varían considerablemente según la escuela y el tipo de programa, pero suelen situarse entre 2.000 y 3.500 euros, un coste que muchos aspirantes consideran una inversión en su futuro profesional.

